La gordofobia, el estigma del sobrepeso

En numerosas ocasiones he escuchado a pacientes muy dolidos por el trato recibido por otras personas debido a su sobrepeso, incluyendo, a veces, a personal sanitario. Se les ha atacado, casi insultado y en incontables ocasiones mirado por encima del hombro, sólo por tener sobrepeso. Es una realidad a la que incluso se le ha puesto nombre: “gordofobia”. Sin caer en el mito del gordito feliz, y siendo conscientes de que se trata de un problema de salud y no estético va siendo hora de revindicar respeto por las personas que lo sufren.

Y la mejor forma de hacerlo es siendo conscientes de que el sobrepeso y la obesidad son un problema de salud pública. La mayoría de las personas no desean vivir con este problema, porque es limitante, conlleva serios riesgos para la salud y está socialmente estigmatizado. Se tiende a considerar que la persona obesa elige estar así, elige no cuidarse. No se suele tener en cuenta los esfuerzos y dificultades a las que se tienen que enfrentar para lidiar con el exceso de peso.  

No permitamos que consideren a una persona floja o estúpida por tener sobrepeso, porque eso es ignorar la mayoría de los factores que intervienen en una enfermedad tan compleja como es la obesidad. Esas afirmaciones no son reales en la mayoría de los casos, y lo único que consiguen es que una persona hundida y dolida tenga muchas menos fuerzas para tomar decisiones adecuadas en su vida y resolver sus problemas. Trabajemos en informar sobre las dificultades que supone perder peso, los problemas de salud que supone la obesidad y el respeto por los esfuerzos a los que muchas personas tienen que enfrentarse a diario.